Es preciso tener en cuenta que el sexo no es como una " ínsula" dentro de la personalidad humana, sino algo muy entrañable en que se manifiesta, quizá màs que en ningún otro aspecto de la vida, el rumbo total de la persona, y en especial su egocentrismo, su alocentrismo, es decir, su sentido de relacionarse con los demás y su comunidad. No olvidemos que el sexo, como todo otro aspecto de la conducta, se ejercita con el cerebro; en otras palabras, lo psicológico tiene mucha más importan-
cia en cualquier acto sexual que lo fisiológico( comparar ya Génesis 2:25 con 3:7).
Dios creó el sexo, no sólo como instrumento de procreación, sino para que tambièn
en èl tuviere expresiòn la " ayuda idònea" y la mutua compenetraciòn espiritual y afectiva entre " varon" y " mujer". En cuanto a instinto, su impluso y urgencia son primordiales, pero no superiores a la del instinto de afirmar y conservar nuestra propia naturaleza sexual( varon y hembra los creò), puesto que la incitaciòn sexual, sede ante el hambre, la sed o el temor a la ignominia y ante la pèrdida, incluso de la misma vida, etc. Sin embargo, estamos sometidos a represiones; de ahì que una falsa concepciòn de mi propia naturaleza, en el hogar, en el colegio, en la sociedad denominada la " diversidad sexual", ocasione neurosis, complejos. No se olvide la interacciòn glandular, que desde la mente pasa, muchas veces inconscientemente o subconscientemente al hipotálamo y desde allí a las glándulas suprarrenales y sexuales; con lo cual, el sexo està relacionado.
La llamada" sociedad permisiva" y la denominada " diversidad sexual" contribuyen en gran manera a que los estímulos pecaminosos y las ocasiones peligrosas, como de la misma propaganda auto destructiva de este tipo de " orientación sexual" se multipliquen. Las crecientes insatisfacciones conyugales, la inmodestia del hombre y la mujer, en miradas, gestos, posturas y desnudeces ( ver 2 Samuel 11:2); la familiaridad en el trabajo y, en general, la vida social que hoy fomenta entre los sexos y los del mismo sexo; revistas, grandes anuncios en los muros y carreteras de las ciudades( y en los mercados); anuncios de televisión, telenovelas y películas en el cine; todo ello contribuye a suministrar màs y màs combustible a la pasiòn y desorden sexual. Es cierto que tanto mujer, hombre y $#@#$, muchas veces, en el afán por mostrarse los más atractivos posibles, no se percatan a veces del incendio que provocan( no olvidemos los ocultos manejos del subconsciente), pero es preciso que todo hombre y mujer creyente, o no, reflexionen sobre ello. No vale el recurso de decir: "Que no miren", puesto que la naturaleza caìda inclina a centrar el foco de la atención precisamente en los objetos prohibidos. Si vosotros permanecierais en mi palabra seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libre( Juan 8:31-32). Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus propias pasiones( Gàlatas 5:24).
Dios les bendiga en sus meditaciones.
cia en cualquier acto sexual que lo fisiológico( comparar ya Génesis 2:25 con 3:7).
Dios creó el sexo, no sólo como instrumento de procreación, sino para que tambièn
en èl tuviere expresiòn la " ayuda idònea" y la mutua compenetraciòn espiritual y afectiva entre " varon" y " mujer". En cuanto a instinto, su impluso y urgencia son primordiales, pero no superiores a la del instinto de afirmar y conservar nuestra propia naturaleza sexual( varon y hembra los creò), puesto que la incitaciòn sexual, sede ante el hambre, la sed o el temor a la ignominia y ante la pèrdida, incluso de la misma vida, etc. Sin embargo, estamos sometidos a represiones; de ahì que una falsa concepciòn de mi propia naturaleza, en el hogar, en el colegio, en la sociedad denominada la " diversidad sexual", ocasione neurosis, complejos. No se olvide la interacciòn glandular, que desde la mente pasa, muchas veces inconscientemente o subconscientemente al hipotálamo y desde allí a las glándulas suprarrenales y sexuales; con lo cual, el sexo està relacionado.
La llamada" sociedad permisiva" y la denominada " diversidad sexual" contribuyen en gran manera a que los estímulos pecaminosos y las ocasiones peligrosas, como de la misma propaganda auto destructiva de este tipo de " orientación sexual" se multipliquen. Las crecientes insatisfacciones conyugales, la inmodestia del hombre y la mujer, en miradas, gestos, posturas y desnudeces ( ver 2 Samuel 11:2); la familiaridad en el trabajo y, en general, la vida social que hoy fomenta entre los sexos y los del mismo sexo; revistas, grandes anuncios en los muros y carreteras de las ciudades( y en los mercados); anuncios de televisión, telenovelas y películas en el cine; todo ello contribuye a suministrar màs y màs combustible a la pasiòn y desorden sexual. Es cierto que tanto mujer, hombre y $#@#$, muchas veces, en el afán por mostrarse los más atractivos posibles, no se percatan a veces del incendio que provocan( no olvidemos los ocultos manejos del subconsciente), pero es preciso que todo hombre y mujer creyente, o no, reflexionen sobre ello. No vale el recurso de decir: "Que no miren", puesto que la naturaleza caìda inclina a centrar el foco de la atención precisamente en los objetos prohibidos. Si vosotros permanecierais en mi palabra seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libre( Juan 8:31-32). Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus propias pasiones( Gàlatas 5:24).
Dios les bendiga en sus meditaciones.
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