Las " apariciones " de Jesús, la " piedra removida ",y su " tumba vacía " no solamente son pruebas del hecho histórico de que el Señor Jesús ha resucitado, sino también del valor y carácter que estas tienen en el aspecto defensivo de nuestra fe cristiana, al mismo tiempo establecido por la Palabra de Dios como un hecho estrictamente de salvación ( 1 Corintios 15:14-15 y Romanos 4: 24,25 respectivamente )
Sin entrar en los detalles últimos ( defensivo y de salvación ) que acabamos de exponer, nos vamos a enfocar en " uno " de los aspectos históricos y predominantemente probatorio de su resurrección: ¡¡¡¡Su tumba vacía, causa de tanta alegría !!!! Este es un hecho tan decisivo, que constituye " la más respetable vulneración de ese terreno". "No porque allí duerma un ser querido, sino porque ya no duerme, ya no está allí ". Es cierto que la tumba vacía no es una prueba positiva ( " Se han llevado a mi Señor..."- dice la Magdalena, Juan 20:13), pero su fuerza negativa es tan tremenda , que resulta la más contundente de las pruebas. En efecto, si el Señor Jesús no hubiese resucitado realmente, sino que su cuerpo hubiese sido sustraído y escondido , los enemigos de Jesús no se habrían dado un momento de descanso hasta encontrar el cadáver y pasearlo por las calles de Jerusalén como prueba contundente contra un grupo de falsos o de alucinados . ! No pudieron encontrarlo ¡ El hecho de que esos enemigos hablen como vemos en Hechos 4:13-22; 5:33-40, en vez de convencerlos sencillamente de la falsedad de la resurrección, constituye la mayor prueba de que no podían oponer un hecho, limitándose a prohibir lo que no podían negar
Comentarios
Publicar un comentario