En este nuevo año,nuestra entrega a Dios, que nos precisa Romanos 12:1, es la raíz de nuestra moral personal , tanto privada como social, y ésta entrega requiere de nuestra parte un constante progreso vital y un crecimiento en todo lo que establece verdadero y útiles (para sí y para los demás) propósitos de todo tipo (espiritual, intelectual, belleza e incluso deportivo). Nada de lo que Dios ha creado en nosotros es indigno, y el cultivar todo nuestro ser está muy conforme con la misma Palabra de Dios. El viejo y conocido refrán " mente sana en cuerpo sano ".
Así como Adán fue la cabeza de la vieja creación - vieja vida-, y Cristo ( el postrer Adán, 1 Corintios 15:45) es la Cabeza de la nueva creación -nueva vida-. La vieja creación se sumergió en el pecado y condenación debido a la desobediencia de Adán. La nueva creación quiere decir justicia y salvación debido a la obediencia de Jesucristo ( ver Romanos 5:12-21 la explicación de los dos Adanes). Debido a que somos parte de la nueva creación-nueva vida-, todo ha sido hecho nuevo.
En consecuencia, por razones de moral, es preciso que cuidemos nuestra inteligencia, nuestros sentimientos y nuestras acciones y palabras contra todo lo que pueda dañar y dañarnos. Todo lo que adormece y ensucia nuestras atribuciones más nóbles es malo, ya sea " literatura", " arte ", " lugares ", " espectáculos ", " drogas " y cualquier tipo de propaganda que sugestiona y aborrega, etcétera. No olvidemos que somos creados a imagen de Dios, para poseer una libertad a la que fuimos llamados: solamente que no usemos la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros ( Gálatas 5:13).
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