La muerte espiritual es la separación de Dios en lo más íntimo del ser humano por causa del pecado ( Isaías 59:2 ). Este sentido primordial de muerte, del que la muerte física es un resultado necesario, está implicado en Génesis 2.17 y Romanos 5.12; 1 Corintios 15.22. La muerte segunda ( Ap., 20:6; 21:8) no es otra cosa que la fijación en el estado de muerte espiritual al término de la vida presente, cuando una persona ha persistido en la incredulidad hasta ese crítico momento ( Juan 8.24).
En efecto, la muerte espiritual establece, con la pérdida de la verdadera vida, la pérdida de la verdadera identidad, por el fracaso en seguir el destino que Dios nos ha programado. De ahí, lo terrible del " ¡ No os conozco! " ( Mateo 7:23; 23:12). ¡ Ser un " desconocido " para Dios es la mayor tragedia que puede sufrir un ser humano.
Comentarios
Publicar un comentario