Los condenados al infierno tienen remordimiento de conciencia, como indica Marcos 9:48, mediante la figura del " gusano que no muere " . Pero , si ( los condenados) son capaces de remordimiento, ¿ por qué no pueden tener arrepentimiento ? Y si llegan a arrepentirse, no es justo que estén para siempre en el infierno. Respuesta: El remordimiento de los condenados no implica arrepentimiento, sino sólo la rabia y la desesperación similares a los del criminal que ha sido sorprendido " in fraganti ". La conciencia le pondrá delante sin cese y sin pausa, su condición perdida , pero ello sólo servirá para agravarle el tormento. Por lo demás, no puede haber sincero arrepentimiento sin gracia de Dios, y las oportunidades de gracia se acaban con la muerte (Hebreos 9:27).
Como dice A.H. Strong, el miedo al castigo futuro, aun cuando no es el motivo más elevado, es, con todo , un motivo apropiado para renunciar al pecado y volverse a Jesucristo. Por consiguiente, es menester apelar a él, con la esperanza de que la búsqueda de la salvación que comienza con el temor de la ira de Dios , termine en un servicio de fe y amor.
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