Lo que estaba ocurriendo en los tiempos de Judas, sigue ocurriendo hoy. La estrategia del enemigo en la Contienda por la Verdad, no ha cambiado. Es por eso que la amonestación de Judas se aplica tanto para nosotros como se aplicó a los que originalmente recibieron la epístola. Los falsos maestros todavía atacan a la iglesia con ideas casi cristianas. También los herejes se levantan todavía desde dentro de la iglesia, y todavía demandan reconocimiento y tolerancia por parte de los cristianos, mientras están trabajando arduamente para socavar los propios fundamentos de la verdad. Aún están repitiendo las mismas mentiras. Su enseñanza debe ser opuesta y claramente refutada con la clara verdad de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo dijo algo similar, pero en términos aún más fuertes:
" a los cuales es preciso tapar la boca" ( Tito 1:11).Pablo, sin embargo, no está sugiriendo de ninguna manera que las bocas herejes deben de ser calladas a través de la fuerza física. Él es muy claro acerca de cómo Tito debía silenciar a los " contumaces, habladores de vanidades y engañadores" ( v. 10). Tito necesitaba confrontar y refutar sus mentiras profundamente con la clara proclamación de la verdad. Existe un aspecto negativo acerca de eso: " repréndelos duramente, pero que sean sanos en la fe" (v.13) y existe una tarea positiva también: " Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina" ( 2:1)
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