¿Le gustaría que sus seres queridos y sus vecinos reciban a Jesús, como Señor y Salvador suficiente en sus vidas?¿Qué hacer...?
...Siga el ejemplo de nuestro Señor, nuestro Sumo Sacerdote,cuya oración aparece en Juan 17:20: "Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos".
Así como Jesús oró, que el Espíritu Santo obrara en la vida de los discípulos, nosotros podemos orar que el Espíritu Santo les dé convicción de su incredulidad y fuerte deseo de conocer a Dios, mediante Su Hijo Jesús.
Aunque Dios desea que todos procedan al arrepentimiento. Él prefiere esperar las oraciones de sus hijos quienes desean que el Espíritu Santo se manifieste en el corazón de ellos produciendo convicción de pecado y juicio. En nuestro esfuerzo por conducir a las personas a Cristo, debemos hablar primero con Dios acerca de estas personas, y luego hablar con estas personas acerca de Dios.Si seguimos este orden divino veremos resultados.
La oración es realmente el lugar donde las personas son ganadas para Cristo; compartir las Buenas Nuevas es sencillamente recoger el fruto.
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